El presidente Joe Biden visitó la frontera entre Estados Unidos y México el domingo 8 de enero. Es la primera vez desde que asumió el cargo y busca abordar uno de los temas de mayor carga política en el país, que registra cifras récord en detenciones de migrantes indocumentados.
Acompañado por agentes de la Patrulla Fronteriza, Biden recorrió una sección del muro que funciona como frontera y divide a los dos países, una prioridad para su predecesor republicano Donald Trump, en un esfuerzo por demostrar que se estaba tomando el tema en serio.
Biden anunció el jueves nuevos planes para bloquear la entrada de migrantes cubanos, haitianos y nicaragüenses en la frontera entre Estados Unidos y México, ampliando el abanico de nacionalidades sujetas a ser expulsadas a México, pero no se anticipan nuevos anuncios.
Acompañado por el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, el presidente también visitó el Puente de las Américas, que conecta a Estados Unidos y México, y vio equipos que funcionarios de la frontera usan para detectar drogas ilegales.
Today, I’m traveling to El Paso to visit the border and meet with local leaders.
— President Biden (@POTUS) January 8, 2023
Our border communities represent the best of our nation’s generosity and we’re going to get them more support while expanding legal pathways for orderly immigration and limiting illegal immigration.
Controlar el paso de indocumentados
Las medidas que ha impulsado Biden en la frontera no han impresionado a republicanos como el gobernador de Texas, Greg Abbott, quien lo acusó de no hacer cumplir las leyes de migración.
“Usted ha violado su obligación constitucional de defender a Estados contra la invasión mediante la fiel ejecución de las leyes federales”, escribió Abbott, un posible candidato presidencial para 2024, en una carta que le entregó a Biden al llegar al estado.
Biden dijo a periodistas que aún no había leído el documento.
Biden espera fortalecer las relaciones con los agentes de la Patrulla Fronteriza, algunos de los cuales se han enfadado por el retroceso de las políticas de línea dura por parte de la Casa Blanca.
Es poco probable que el objetivo a largo plazo de que el Congreso reforme el sistema de inmigración de Estados Unidos tenga éxito dado que los republicanos han asumido recientemente el control de la Cámara de Representantes de Estados Unidos.