La historia de Tombili, el gato que tiene una estatua propia

En el antiguo Egipto los gatos eran seres venerados, casi como una deidad hace cientos de años, tal parece que siglos después, en nuestra era, son animales muy apreciados. 

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El amor por los gatos está plasmado en la ciudad de Estambul, en Turquía, uno de los centros culturales del mundo más diversos debido a su historia milenaria. Conocida antiguamente como Bizancio o Constantinopla fue el centro de la actividad política y social del mundo antiguo. 

Con sus monumentos y fascinantes construcciones resalta la estatua de un gato en uno de los barrios de esta ciudad. ¿Pero qué haría para tener su propia estatua en una ciudad tan cosmopolita?

Se trata de Tombili, termino que utilizan para nombrar a los animales con sobrepeso, este gato se hizo popular porque se recostaba en una grada, pero en una posición tan particular como de frescura o despreocupación. 

Aunque tenía un dueño, el mismo lo dejaba salir a la calle, su rutina era la misma y los viandantes pasaban dejándole comida. El gato era muy tranquilo ya que no agredía a nadie. 

Su dueño decidió retratarlo y el felino se hizo viral por las redes sociales. Tombili se hizo famoso y se ganó el cariño de los citadinos, aunque no fue por mucho tiempo ya que murió en 2016.

Como pasa cuando una celebridad muere, Tombili tenía su base de admiradores y tras conocerse su muerte, pasaban dejando una vela o una ofrenda floral en la banca donde se sentaba el felino. Pero el paso del tiempo borraba los detalles, entonces pensaron en una forma de perpetuar su memoria.

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Con una petición respaldada por 17 mil firmas se aprobó erigir una estatua en el mismo lugar donde Tombili descansaba. La misma fue inaugurada el 4 de octubre de 2016 en el barrio de Kadikoy.  Desde entonces se convirtió en un punto obligado para los turistas y conocer de primera mano la historia del gato más famoso de Turquía.