¿Cómo proteger a la niñez contra la meningitis?

La meningitis es un padecimiento que afecta la médula espinal y las membranas que rodean el cerebro, llamadas meninges.

Contraerla puede causar discapacidad y hasta la muerte, por lo que las autoridades llaman a los padres de familia a vacunar a sus hijos.

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Los sueros que contribuyen a prevenir este mal incluyen el antineumocócico, que se aplica a los 2 y 4 meses, con un refuerzo cuando el niño cumple un año. También ayudan la vacuna contra la influenza tipo B y la pentavalente, cuyas dosis se administran a los 2, 4 y 6 meses.

Otras medidas preventivas son seguir hábitos saludables, lavarse bien las manos, taparse la boca y la nariz al estornudar o toser, así como mantener la casa bien ventilada y evitar los lugares concurridos.

Grupos de riesgo

De acuerdo con el área de Salud, los recién nacidos y los bebés corren el mayor riesgo de adquirir la enfermedad, debido a que su sistema inmunitario es inmaduro. Sin embargo, la meningitis también podría atacar a personas infectadas por el VIH o con disfunción esplénica, fracturas de cráneo, y anomalías congénitas.

Para diagnosticar el padecimiento es necesario realizar análisis de sangre, así como pruebas bioquímicas y bacteriológicas del líquido cefalorraquídeo. Este se obtiene por medio de una punción lumbar.

El Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social llama a los padres de familia a proteger a sus hijos de la meningitis vacunándolos desde los primeros meses de vida, remarcaron las autoridades.

La meningitis está precedida de varios días de fiebre, acompañados de problemas gastrointestinales o de vías respiratorias altas, seguidos de signos inespecíficos de infección. Otros síntomas, especialmente en niños mayores de dos años, son los siguientes:

• fiebre alta repentina
• rigidez en el cuello
• dolor de cabeza intenso
• náuseas o vómitos
• confusión o dificultad para concentrarse
• convulsiones
• somnolencia o dificultad para despertarse
• sensibilidad a la luz
• falta de apetito o de sed