Cónclave: Así se compara con el verdadero proceso papal

Tras la muerte del papa Francisco, la atención mundial se centra en el próximo cónclave, el proceso secreto mediante el cual se elige a un nuevo Papa. Esta ceremonia, rodeada de simbolismo, ha sido retratada recientemente en la película Cónclave (2024), basada en el libro homónimo de Robert Harris. Pero, ¿qué tan precisa es esta representación cinematográfica?

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La cinta, dirigida por Edward Berger, muestra a los cardenales aislados en la Capilla Sixtina mientras debaten la elección del nuevo líder de la Iglesia Católica. Aunque visualmente impresionante y fiel en el vestuario y los escenarios, expertos del ámbito religioso consideran que el filme exagera la intriga y los conflictos políticos internos.

El cardenal estadounidense Sean O’Malley, quien participó en el cónclave de 2013, comentó en su blog que el proceso no es “una especie de escena de intriga política en la trastienda”, como sugiere la película. Por su parte, el periódico Avvenire, perteneciente a la Conferencia Episcopal Italiana, señaló que algunos elementos pueden parecer una parodia involuntaria ante los ojos del público europeo.

El término “cónclave” proviene del latín cum clave («con llave»), en referencia al encierro de los cardenales hasta lograr una decisión. Durante este periodo, no tienen comunicación con el mundo exterior. Las decisiones se comunican con humo: negro si no hay acuerdo y blanco cuando se ha elegido un nuevo pontífice.

Curiosamente, el propio papa Francisco rompió parcialmente el voto de silencio sobre su experiencia en el cónclave de 2005, al contar que fue “utilizado” como candidato estratégico para evitar la elección de Benedicto XVI. Años más tarde, en 2013, sería elegido sorpresivamente por sus compañeros cardenales tras un discurso que marcó la necesidad de una reforma eclesiástica.

Robert Harris explicó que su enfoque para la novela fue secular, centrado en cómo operan las instituciones y el poder. El director Edward Berger también aclaró que la cinta puede extrapolarse a cualquier contexto donde exista una vacante de liderazgo: “Siempre que haya un vacío de poder, habrá quienes luchen por él”, afirmó.

Aunque el cine permite imaginar los rincones más secretos del Vaticano, la verdadera esencia del cónclave sigue envuelta en discreción, espiritualidad y tradición. Y aunque Cónclave entretiene, la elección del Papa continúa siendo un acto profundamente reservado y guiado por principios religiosos.