Capilla Sixtina, convertida en un búnker: así protege el Vaticano la elección del nuevo papa

En pleno desarrollo del cónclave que busca elegir al sucesor del papa Francisco, el Vaticano ha transformado la Capilla Sixtina en una auténtica fortaleza tecnológica. El objetivo es garantizar el aislamiento total y la confidencialidad absoluta del proceso más sagrado de la Iglesia Católica.

Publicidad

Para impedir cualquier filtración, el Vaticano ha implementado un aislamiento electrónico total. Se han instalado inhibidores de frecuencia de grado militar que bloquean todas las señales de comunicación externas, y jaulas de Faraday, estructuras especiales hechas con materiales conductores como cobre o aluminio, que evitan el ingreso o salida de señales electromagnéticas, incluyendo Wi-Fi, telefonía o radiofrecuencia.

Además, las ventanas de la Capilla Sixtina fueron recubiertas con láminas opacas especiales, diseñadas para ser antidrones y antiláser, protegiendo el interior del edificio contra observación desde el aire o desde satélites de alta tecnología.

De forma inédita, se ha confirmado el uso de inteligencia artificial durante el proceso, aunque el Vaticano no ha dado detalles. Reportes internacionales, como el medio Wired, señalan que las cámaras de seguridad podrían usar IA para detectar objetos prohibidos, comportamientos sospechosos o patrones de movimiento anómalos.

Previo al inicio del cónclave, equipos especializados realizaron un barrido ambiental exhaustivo para detectar cualquier equipo de espionaje oculto. A esto se suma la tradicional vigilancia de la Guardia Suiza, controles de acceso sellados y juramentos de confidencialidad por parte de todos los participantes, incluidos los 133 cardenales electores.

Con estas medidas, el Vaticano busca preservar el secreto del proceso de elección más relevante del catolicismo, en un entorno completamente sellado del mundo exterior.

Ver esta publicación en Instagram

Una publicación compartida de Tv Azteca Guate (@tvaztecaguate)