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¡Sayonara Tokio! finalizan los Juegos Olímpicos de la pandemia
Tokio apagó su llama olímpica en una ceremonia el domingo (8 de agosto) que se hizo eco de la moderación de unos Juegos que se jugaron sin espectadores y fueron definidos y transformados por la pandemia mundial, el deporte deslumbrante y la profunda agitación personal.
Momentos después de que se apagara la llama en el Estadio Olímpico, una ráfaga de fuegos artificiales multicolores iluminó el cielo nocturno alrededor del Estadio Olímpico donde los atletas ya se dirigían hacia las salidas.
Se les dio una visión surrealista de la vida cotidiana de Tokio cuando la ceremonia de clausura se transformó brevemente en un parque con césped, músicos callejeros y ciclistas de BMX.
Los organizadores dijeron que la escena estaba destinada a que pudieran «experimentar Tokio», un conmovedor guiño al hecho de que muchos pasaron su tiempo en los Juegos encerrados en salas o compitiendo en lugares.
Fue un cierre bastante extraño para unos Juegos que fueron trastocados por la pandemia y luego transformados por el drama de la política, el deporte y la agitación personal.
Los Juegos Olímpicos de Tokio originalmente estaban destinados a mostrar la recuperación de Japón de un devastador terremoto, tsunami y crisis nuclear en 2011.
También fue en marcado contraste con la escena mucho más festiva del parque que se desarrolló en París, donde varios miles de fanáticos del deporte ondeando la bandera tricolor se apiñaron en una zona de fanáticos al otro lado del río desde la Torre Eiffel mientras la capital francesa se preparaba para tomar el testigo olímpico. de Tokio para los Juegos de 2024.
Después de haber sido pospuesto por un año, los organizadores dijeron que los Juegos servirían como símbolo del triunfo mundial sobre la pandemia.
Celebrados sin espectadores y con el resurgimiento de las variantes de COVID-19, los Juegos no alcanzaron el triunfo y la ganancia financiera inesperada que Japón buscó primero.
En cambio, la nación anfitriona está cargada con una factura de $ 15 mil millones, el doble de lo que esperaba inicialmente y sin un auge turístico que lo compense.
En París, la música pop resonó cuando los medallistas de Tokio Teddy Riner y Clarisse Agbegnenou saltaron al escenario.
Los planes para enarbolar una bandera olímpica gigante desde la Torre Eiffel se abandonaron debido a los fuertes vientos.
Francia promete unos Juegos Olímpicos de verano de 2024 «para el pueblo» después del evento de Tokio golpeado por la pandemia. Sin embargo, en una señal de que esos días están lejos de cerrar, la entrada del público a la zona de aficionados solo se permitió con la presentación de un certificado de vacuna o una prueba negativa de COVID-19.
El enojo público por la respuesta a la pandemia y el lento lanzamiento de la vacuna han dañado gravemente la posición del primer ministro japonés, Yoshihide Suga.
Las encuestas de opinión pública mostraron que la mayoría de los japoneses se oponían a la celebración de los Juegos durante la pandemia.
Aún así, los organizadores parecen haber evitado que los Juegos de Tokio se convirtieran en un evento de superdifusión de COVID-19, notable dado que unas 50.000 personas se reunieron en medio de la pandemia.
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