Cine y Televisión

Reseña de «Amén. Francisco responde», ¿en qué punto se encuentra la Iglesia?

Publicado

el

Imagen: ElPlural.com

Amén, Francisco responde es un conversatorio —o “película”, como lo consideran los creadores (pero yo no)— se le plantean al Papa Francisco muchas dudas respecto a la Iglesia. La dinámica fue un diálogo entre él y 10 jóvenes que representaban distintas posturas actuales, particularmente relacionadas con temas que la agenda progresista ha impulsado en los últimos años.

Desde el inicio, los aspectos técnicos no son gran cosa, algo esperable para este tipo de formato. La fotografía es tipo documental, enfocada más en los gestos de quienes conversan. Al mostrar los trasfondos de cada joven, tampoco se da protagonismo especial a ninguno; la cámara simplemente observa, como lo hace el público. El espacio donde se desarrolla el conversatorio tiene un aspecto jovial, aunque algo desordenado.

Reseña

La selección del “cast” fue tan ingeniosa como imprudente: cada joven representaba una problemática contemporánea que el Papa debía enfrentar, respondiendo desde su experiencia personal y el Magisterio de la Iglesia.

De todas las preguntas, estas respuestas del Papa son las más interesantes, porque permiten ver dónde se encontraba la postura de la Iglesia. Con el nuevo cónclave, se verá si esta dirección se mantiene.

¿Por qué la gente se ha decepcionado de la Iglesia?

El Papa explicó que muchas personas se han alejado de la Iglesia debido a la falta de testimonio y de servicio. Dijo textualmente que “una Iglesia sin testimonio se oxida”, y recalcó que, al estar compuesta por seres humanos, no puede ser perfecta. Aunque la Iglesia está llamada a dar ejemplo y a acercarse a las personas, muchas veces no lo hace, lo que provoca que “la palabra no corra” y que las personas pierdan el interés en formar parte. 

Una monja retirada compartió su experiencia personal: se alejó de la Iglesia tras vivir abusos de poder y múltiples prohibiciones dentro del monasterio. Frente a esto, el Papa fue claro: este tipo de abusos no pueden ser permitidos ni quedar impunes. Le aconsejó que ahora que ya no pertenecía a la religión, no se dejara esclavizar por ideologías externas, sino decidir por sí misma sus ideas. Concluyó con una frase contundente: “La fraternidad no se negocia”.

¿Qué ocurre con los migrantes?

Fiel a su compromiso con los más vulnerables, el Papa reiteró su postura firme frente al trato a los migrantes, indicando que deben ser “recibidos e integrados” en la sociedad. También hizo énfasis en evitar el “invierno demográfico” y recalcó que el migrante debe ser acogido “como un hermano”, no como un objeto de uso o explotación.

¿Esclavitud y abusos en la Iglesia?

Este tema fue uno de los más impactantes de la conversación. El Papa reconoció que “asumir el pasado da pena”, y que incluso dentro del Vaticano, mantener la coherencia cuesta. 

Uno de los jóvenes presentes dio un duro testimonio: sufrió abusos sexuales por parte de un numerario cuando tenía alrededor de 11 años. A pesar de haber denunciado el hecho, el agresor seguía trabajando como maestro, y no se le impuso una condena adecuada. Ante esto, el Papa se mostró visiblemente indignado y prometió reabrir el caso. Reconoció que se trata de una realidad muy dura y difícil de erradicar, pero afirmó que bajo su liderazgo se estaban haciendo esfuerzos reales para combatirla. Su política es clara: “Tolerancia cero”. También recalcó que es urgente crear conciencia sobre este problema gravísimo, aceptar la maldad en la Iglesia para poder eliminarla, y aseguró: “No debería pasar en la Iglesia. Es hipocresía”.

¿Cómo debe ser tomada la cuestión del aborto?

Ante la pregunta sobre el aborto, el Papa respondió con una de sus intervenciones más compasivas. Dijo que una mujer que ya abortó no debería ser juzgada, y coincidió con una joven que expresó que la Iglesia debería acompañar más a estas mujeres. Habló de misericordia, como la que mostró Jesús, y de la necesidad de acompañar sin condenar.

Aun así, fue firme al decir que “a las cosas hay que llamarlas por su nombre”, y que, para la Iglesia, el aborto sigue siendo moralmente inaceptable. 

¿La comunidad LGBTQ tiene espacio en la Iglesia?

El Papa fue claro y humano: “Toda persona es hija de Dios”. Afirmó que nadie tiene derecho a echar a otra persona de la Iglesia y criticó fuertemente los discursos de odio, a los que llamó “infiltrados que viven para condenar a los demás”. Aunque reconoció que por razones biológicas y teológicas la Iglesia no aprobará los matrimonios entre personas del mismo sexo, dejó claro que eso no significa rechazar a las personas LGBTQ, quienes también tienen un lugar en la comunidad de fe. Las puertas están siempre abiertas.

¿La pornografía es aceptada?

Este tema surgió en una conversación que comenzó sobre el internet como herramienta de comunicación, pero terminó de manera incómoda cuando varios jóvenes hablaron abiertamente sobre la masturbación frente al Papa (algo demasiado incómodo de ver). A pesar de la situación, el Papa rescató un punto importante: hay que “distinguir la riqueza de un medio de la moralidad de lo que se hace”. Fue enfático al afirmar que la pornografía “disminuye humanamente”, ya que cosifica a las personas y les quita su dignidad. Añadió que la catequesis sobre sexualidad está en pañales, y que es urgente desarrollar una mejor formación para que los jóvenes comprendan la bendición que implica la sexualidad y no la desperdicien en relaciones sin sentido.

¿Por qué la fe tiembla?

Una joven, una de las pocas católicas practicantes del grupo, le preguntó al Papa por qué hay tantas personas dentro de la Iglesia que no viven su fe profundamente. Ella, a pesar de ya ser adulta, dijo que conservaba su fe. El Papa respondió con palabras reconfortantes: “Tener fe es una gracia muy grande. Cuando la fe es auténtica, es probada”. Confesó que incluso él ha sentido el “invierno en la vida”, pero que en esos momentos no hay que cambiar el rumbo. Esta reflexión fue profundamente consoladora para los creyentes que escuchaban, y renovó la esperanza de muchos.

Te puede interesar: Reseña de película «Cónclave», entre la fe y el poder

Imagen: Eco Católico

Lo mejor de «Amén. Francisco Responde«:

El gran acierto es el propio Papa Francisco. A una semana de su muerte, esta película sirve como testimonio vivo de su legado: misericordia, justicia, empatía y amor. Fue un Papa cálido que, sin renunciar a la verdad, abogó por la misericordia que Jesús predicó.
En estos momentos  a la espera del cónclave, sólo queda orar para que el nuevo sucesor de Pedro siga acercando la humanidad a Dios.

Calificación

⭐ 3.5/5 estrellas. Me gustó conocer más a fondo al Papa Francisco y ver en qué punto se encuentra mi Iglesia: una que ya no reprende con dureza, pero tampoco cede ante las presiones de la nueva izquierda. Me alegra reafirmar que sigo perteneciendo a una institución que defiende la dignidad humana.

Lo que no me encantó fue la selección de jóvenes y las intenciones detrás del formato, que parecían querer forzar un enfoque woke. Por fortuna, no lograron desviarlo. Sin embargo, los jóvenes —y me incluyo— debemos aprender que la falta de prudencia puede revertirse en inmadurez, no en innovación.

PREGUNTA

¿El nuevo Papa seguirá esta misma línea? ¿O será más conservador?

Flor Caceres

No te pierdas nuestra transmisión en vivo por: TV AZTECA GUATE PLAY
Hechos Am – En Vivo 5:45 AM
Hechos Meridiano – En Vivo 1:00 PM
Hechos de la Tarde – En Vivo 6:00 PM
Hechos Guatemala – En Vivo 8:00 PM
Hechos Fin De Semana – En Vivo 6:00 PM
Publicidad