Pareja lamenta no haberse vacunado después de perder a un bebé en la batalla con COVID-19

Tate Ezzi y su esposa Christine estaban esperando su sexto hijo en mayo pasado cuando Christine, una maestra de escuela, se enfermó gravemente de COVID-19.

Al verla sufrir de fiebre y vómitos, Ezzi, de 44 años, llevó a su esposa al hospital. Fue admitida y dada de alta dos veces pero siguió empeorando.

«La congestión era tan densa y era tan mala. Era difícil verla. Tenía que levantarme y ayudarla, ayudarla a levantarse e ir al baño. Hubo un par de noches de vómitos toda la noche, que es cuando realmente empeoró «, dijo.

La tercera vez, Christine fue admitida en el hospital más grande del estado, la Universidad de Arkansas para las Ciencias Médicas (UAMS) en Little Rock, a poco más de 10 millas (16 kilómetros) de su casa.

Días después de que ingresó a la sala de COVID, a Christine le pusieron un ventilador y, finalmente, le pusieron ECMO (Oxigenación por membrana extracorpórea), un dispositivo que bombea sangre fuera del cuerpo de un paciente a una máquina cardiopulmonar artificial para que su propio corazón y pulmones puedan hacerlo. curar.

«Estuvo dormida durante cinco semanas. Creo que en total fueron seis o seis semanas y media que estuvo en el hospital», dijo Ezzi.

Ezzi dijo que su esposa, que tenía alrededor de 22 o 23 semanas, perdió el embarazo.

La gente se reúne durante una demostración contra las vacunas, en medio de la pandemia de la enfermedad del coronavirus (COVID-19), en Central Park, Nueva York, EE. UU., 24 de julio de 2021. REUTERS / David ‘Dee’ Delgado

«Perdimos al bebé en algún momento, en algún momento entre cuando estaba en el respiradero y en la máquina ECMO, no estoy exactamente seguro», dijo. «Solo sabemos que el bebé nació muerto. Todo lo que sabemos es que el oxígeno bajó demasiado en algún momento».

Durante ese tiempo, Tate comenzó a experimentar sus propios síntomas de COVID-19 y, finalmente, él también terminó en el hospital donde dijo que pasó ocho o nueve días, al menos cuatro de los cuales estaban en cuidados intensivos.

Recordó una conversación difícil con el equipo médico cuando la urgencia de la situación lo golpeó de repente.

«De hecho vinieron y hablaron con nosotros en un momento y nos preguntaron, ‘si ambos están en un respiradero, ¿quién quiere que tome decisiones por ustedes?’ Y yo estaba como, ¡oh, Dios mío! ¡Tengo que mejorar! » dijo, pensando en sus hijos, que tenían 5, 6, 8, 9 y 13 años y estaban siendo atendidos por familiares.

«Tengo que llegar a casa. Tengo que mejorar. Y les dije, cualquier tipo de tratamiento que me puedan dar, cualquier tipo, cualquier tratamiento experimental, lo que sea. Tienen que mejorarme. Porque Ya sabía que no estaba muy bien en ese momento. No sabía lo mal que estaba «.

Niño de 12 años recibe la vacuna contra el COVID-19 de Pfizer en Bronx, Nueva York. Foto: REUTERS /

En casa, 4 de los 5 niños dieron positivo por COVID-19. Afortunadamente, dijo Ezzi, los niños tenían pocos síntomas y los familiares que los cuidaban habían sido vacunados.

Pero Ezzi admite que el costo emocional de la hospitalización de su esposa y la incertidumbre de su condición fue duro para él y para su hija mayor.

«Puedo decir que fue muy duro para ella, especialmente cuando mamá no estaba bien. Fue muy, muy difícil. Y fue muy duro para mí. Te diré una cosa: nunca he pasado por algo así que cuando alguien por quien te preocupas tanto está pasando por un momento tan difícil que es posible que no lo logre. Eso es bastante difícil. Y luego, cuando no pude visitar, eso lo hizo aún más difícil «, dijo, recordando cómo COVID- 19 restricciones le impidieron visitar a Christine.

Después de pasar la mayor parte de mayo y junio en el hospital, Christine fue dada de alta a un centro de rehabilitación donde pasó una semana en fisioterapia antes de regresar a casa.

Ella todavía está débil, pero mejora a diario, dijo.

Ezzi dijo que no estaba seguro de si su esposa estaba infectada por la variante Delta COVID-19 altamente contagiosa, ahora la cepa dominante en todo el mundo, que ha provocado un aumento de nuevas infecciones y muertes, casi exclusivamente entre personas no vacunadas.

Mirando hacia atrás, Ezzi dijo que lamentan no haberse vacunado. Dijo que en ese momento habían pensado que porque ella estaba embarazada y él tenía alergia al maní, era mejor que no se vacunaran. Pero dijo que también sentían que era poco probable que tuvieran un caso grave de COVID-19.

Activistas se manifiestan por el acceso global a la vacuna contra la enfermedad del coronavirus (COVID-19), frente a la sede mundial de Pfizer en la ciudad de Nueva York, Nueva York, EE. UU., 14 de julio de 2021. REUTERS / Brendan McDermid

«Simplemente pensamos que éramos jóvenes y bastante sanos y si lo conseguíamos, no sería tan malo», dijo, antes de admitir: «Fue (malo)».

Ahora, dice Ezzi, él y su esposa han decidido vacunarse y están esperando a que Christine se fortalezca antes de hacerlo.

«Hemos estado hablando mucho sobre vacunarnos y qué vamos a hacer y cuándo», dijo. «Básicamente, estamos esperando que llegue a un punto en el que no se sienta realmente mal para hacerlo (vacunarse)».

Ezzi dijo que ahora tiene un mensaje para sus compañeros de Arkansas sobre las vacunas.

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«Quiero que la gente pueda tomar sus propias decisiones, por supuesto, pero quiero simplemente contar mi historia porque si me pudiera pasar a mí, le podría pasar a cualquiera», dijo.

Según el Centro de recursos sobre el coronavirus de Johns Hopkins, solo el 36 por ciento de los residentes de Arkansas están completamente vacunados.

Hay tan poca demanda de vacunas, que incluso en medio del aumento de casos, UAMS anunció que cerraría permanentemente su clínica de vacunas COVID-19 el viernes (23 de julio).

Con la capacidad de los hospitales y las camas de cuidados intensivos escasas, el director ejecutivo de UAMS, Stephen Mette, dijo que demasiadas personas se han resistido a la vacunación y al uso de mascarillas antes de que fuera demasiado tarde.

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«Hay una considerable resistencia a recibir la vacuna en el público, aunque estoy empezando a ver un debilitamiento de esa resistencia durante el último fin de semana, tengo que decir que todos los pacientes que están hospitalizados aquí, al recuperarse, si no han sido vacunados, díganos que, de hecho, cambiaron de opinión y se vacunarían una vez que les dieran el alta «, dijo Mette.

Con información de Reuters.