Ernesto deja a Puerto Rico en crisis energética: Más de 40,000 sin electricidad

Una semana después de que la tormenta tropical Ernesto azotara Puerto Rico, la isla sigue luchando por recuperarse. A pesar de las promesas de las autoridades de restablecer el servicio eléctrico para el fin de semana, decenas de miles de puertorriqueños continúan sumidos en la oscuridad. La situación se torna aún más crítica con la emisión de una nueva alerta de calor excesivo por parte del Servicio Meteorológico Nacional, lo que aumenta el malestar y la preocupación de la población.

Más de 40,000 clientes, de un total de 1.5 millones, aún no tienen acceso a la electricidad. Aunque se espera que todas las escuelas cuenten con energía para el final del martes, la situación en algunas zonas sigue siendo preocupante. La ciudad turística de Luquillo, en el noreste de la isla, es la más afectada, con un 30% de sus clientes sin servicio. Otras localidades como Fajardo, Río Grande y Yabucoa también reportan importantes afectaciones.

Luma Energy, la empresa responsable de la transmisión y distribución de energía en la isla, atribuye los persistentes cortes de luz a los daños causados por la tormenta y a un déficit de generación. Su presidente, Juan Saca, reconoce la frustración de los ciudadanos pero insiste en que los cortes son breves y que la empresa trabaja día y noche para restablecer el servicio.

Sin embargo, la paciencia de los puertorriqueños se agota. Luma Energy ha sido objeto de duras críticas desde que asumió el control de la red eléctrica en 2021. La fragilidad de la infraestructura, severamente dañada por el huracán María en 2017, y la falta de inversión y mantenimiento agravan la situación, haciendo que la isla sea vulnerable incluso ante tormentas de menor intensidad como Ernesto.

La indignación crece entre los ciudadanos, especialmente entre aquellos que no pueden permitirse generadores o paneles solares para paliar la falta de electricidad. Funcionarios y legisladores exigen soluciones urgentes y cuestionan la capacidad de Luma para gestionar la crisis. El Negociado de Energía de Puerto Rico ha señalado un aumento en la duración promedio de los apagones, lo que añade más leña al fuego de las críticas.

Mientras tanto, los puertorriqueños siguen esperando en la oscuridad, soportando las altas temperaturas y la incertidumbre. La falta de electricidad no solo afecta la vida cotidiana, sino que también obstaculiza la recuperación económica y social de la isla. La situación actual pone de manifiesto la urgente necesidad de fortalecer la infraestructura eléctrica de Puerto Rico y de buscar alternativas energéticas más sostenibles y resilientes.