Presidente de Corea del Sur es destituido tras fallido decreto de ley marcial

El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, ha sido destituido por el Parlamento luego de un controvertido intento de imponer la ley marcial. El decreto, que otorgaba amplios poderes a los militares, fue anulado en pocas horas, pero desató una crisis constitucional y política que culminó en su suspensión del cargo.

Publicidad

El pasado 3 de diciembre, Yoon justificó la medida al acusar a la oposición de obstruir su agenda en el Parlamento. Sin embargo, el decreto fue rechazado por legisladores y generó indignación pública, desencadenando protestas masivas que exigieron su renuncia.

Finalmente, el sábado 14 de diciembre, una votación en la Asamblea Nacional aprobó la destitución con 204 votos a favor, incluidos al menos 12 miembros de su propio partido, el Partido del Poder Popular.

La moción de destitución fue motivada por el impacto del decreto de ley marcial, que según expertos, violaba los principios democráticos. El Tribunal Constitucional decidirá en un plazo de seis meses si ratifica o revoca la destitución. De confirmarse, se convocarían elecciones anticipadas en un plazo de dos meses.

Durante el proceso, el primer ministro Han Duck-soo asumirá como líder interino, aunque carece de legitimidad política por no ser un funcionario electo. Han prometió trabajar para estabilizar al gobierno en medio de desafíos internos y externos, como las tensiones con Corea del Norte.

Por su parte, Yoon enfrenta investigaciones por insurrección y tiene prohibido salir del país. «Aunque estoy suspendido, no me rendiré y lucharé hasta el final», declaró tras su destitución.

Protestas

La gestión de Yoon ha estado marcada por la polarización política, escándalos personales y una oposición constante. Su popularidad ha caído drásticamente desde que asumió el cargo hace dos años y medio.

Las manifestaciones callejeras celebraron la votación del Parlamento, mientras que sus seguidores expresaron su descontento. El líder opositor Lee Jae-myung afirmó que la destitución es «un logro del pueblo».

El destino político de Yoon ahora está en manos del Tribunal Constitucional, mientras Corea del Sur enfrenta uno de los momentos más críticos de su historia democrática.

Con información de Reuters.