Colombia y Brasil rechazan vuelos militares de deportación de Estados Unidos

La decisión del gobierno colombiano de rechazar dos aviones militares estadounidenses con inmigrantes deportados ha generado un fuerte debate sobre las políticas migratorias implementadas por la administración de Donald Trump.

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El presidente de Colombia, Gustavo Petro, condenó enérgicamente la práctica, señalando que trataba a los migrantes como criminales.

En su cuenta en la red social X, Petro afirmó que Colombia recibiría a los deportados solo en aviones civiles, resaltando que estos deberían ser tratados con dignidad y respeto.

Además, destacó que hay 15,660 estadounidenses sin un estatus migratorio adecuado en Colombia, reforzando la necesidad de un trato equitativo hacia los inmigrantes.

Esta medida sigue a una acción similar por parte de México, que también rechazó un vuelo militar estadounidense con migrantes la semana pasada.

Caso en Brasil

El gobierno brasileño también condenó el uso de vuelos de deportación y el trato degradante hacia sus ciudadanos. Un avión comercial con 88 brasileños deportados llegó recientemente a Belo Horizonte, estado de Minas Gerais, escoltado por 16 agentes de seguridad estadounidenses. Los deportados denunciaron haber sido esposados durante el vuelo, lo que provocó indignación en el país.

El presidente Luiz Inácio Lula da Silva ordenó la intervención inmediata, designando un avión de la Fuerza Aérea Brasileña (FAB) para completar el traslado de los deportados sin esposas, en un acto de protesta contra el trato recibido.

Aviones militares como respuesta de emergencia

El uso de aviones militares estadounidenses para realizar vuelos de deportación es parte de la declaración de emergencia nacional sobre inmigración que el presidente Donald Trump hizo recientemente.

En el pasado, estos aviones se han utilizado para operaciones como la retirada de ciudadanos de Afganistán, pero esta es la primera vez en la memoria reciente que se emplean para deportaciones masivas.

El viernes, dos vuelos militares con aproximadamente 80 migrantes cada uno llegaron a Guatemala, marcando el inicio de una estrategia de deportación más agresiva. Sin embargo, las reacciones de Colombia, México y Brasil reflejan un creciente descontento en América Latina por estas prácticas.

Los EEUU no pueden tratar como delincuentes a los migrantes Colombianos.

Desautorizo la entrada de aviones norteamericanos con migrantes colombianos a nuestro territorio.

EEUU debe establecer un protocolo de tratamiento digno a los migrantes antes que los recibamos nosotros.

— Gustavo Petro (@petrogustavo) January 26, 2025