Acuerdo migratorio entre Guatemala y EE.UU. genera dudas sobre similitudes con “tercer país seguro”

Un reciente acuerdo migratorio entre Guatemala y Estados Unidos, ratificado y oficializado por el presidente Bernardo Arévalo a través del Diario Oficial, ha generado inquietudes y comparaciones por sus aparentes similitudes con un convenio de “tercer país seguro”, aunque legalmente no ha sido clasificado como tal.

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El acuerdo, formalizado mediante un canje de notas diplomáticas, establece que Guatemala recibirá a nacionales centroamericanos trasladados desde Estados Unidos bajo un esquema que garantice condiciones dignas, seguras y oportunas.

Además, el país se compromete a evaluar solicitudes de refugio o protección temporal equivalente de estas personas, en apego a su legislación y compromisos internacionales.

Tanto Estados Unidos como Guatemala se comprometen a actuar conforme a sus leyes, reglamentos, constituciones y obligaciones internacionales, destacando que el acuerdo no implica compromisos financieros para ninguna de las partes.

El documento también permite que cualquiera de los dos países suspenda o dé por terminado el convenio con al menos 30 días de anticipación, mediante una notificación escrita.

Aunque las autoridades insisten en que no se trata de un acuerdo de “tercer país seguro”, las similitudes con este tipo de convenios, implementados anteriormente por gobiernos pasados y altamente criticados por organizaciones de derechos humanos, han encendido el debate público y político.

La entrada en vigor se produjo tras el cumplimiento de los procedimientos internos requeridos y el intercambio formal de notas. El Gobierno de Guatemala ha reiterado que se trata de un nuevo componente dentro de la cooperación regional en materia migratoria, con miras a fortalecer la gestión compartida de flujos migratorios.

Con información de Ashely Monzón para Fuerza Informativa Azteca.