¡Sucedió en Nueva York! Una empleada de Estados Unidos (EU) apoyó a su jefa cuando más lo necesitaba, donando uno de sus riñones para que ella no perdiera la vida, sin embargo, después de la cirugía y tras su recuperación fue despedida por faltar al trabajo; esta es su historia.
Todo comenzó en 2011 cuando Debbie Stevens, una mujer de 61 años, sin pensarlo dos veces donó un riñón a su jefa en el momento en que más lo necesitaba, pero tras los análisis la empleada no resultó compatible, por lo que los médicos intercambiaron su órgano con otro donador.
Luego de la intervención quirúrgica, Debbie comenzó a presentar diversos problemas en su salud, relacionados principalmente con su aparato digestivo. Al informar que no se encontraba en condiciones para regresar al trabajo, su jefa optó por darle completamente la espalda.
Así fue como una empleada recibió la espalda tras donar un riñón
Debbie informó al trabajo que se ausentaría un momento de sus obligaciones por las complicaciones que representaba su cirugía, mientras su jefa también se encontraba en recuperación, pero la historia de la empleada fue diferente, ya que fue despedida sin previo aviso.
Recientemente, el caso de la empleada, que ocurrió en 2011, cobró relevancia en redes sociales por una entrevista realizada en The Washington Post, porque Debbie decidió realizar la denuncia correspondiente ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos.
“Me siento muy traicionada. Esta ha sido una experiencia muy dolorosa y horrible para mí. Simplemente tomó este regalo, lo puso en el suelo y lo pateó”.
Debbie Stevens